Esta ruta une Villamanrique de la Condesa con el espacio forestal de los Pinares de Aznalcázar, tratándose de una ruta que transcurre por densas zonas de pinar. Presenta muchos tramos de sendero y algunos tramos de arena, que se alternan entre sí dando lugar a una ruta muy dinámica al ir cambiando constantemente de ritmo.

Una vez abandonado el KM0 de Villamanrique de la Condesa llegamos al famoso Vado de Quema, donde se puede apreciar el templete de la Virgen del Rocío. Es en este punto del camino donde ocurre un hito importante para el que por primera vez hace el camino del Rocío, ya que donde se bautizan los nuevos rocieros con las aguas del río Guadiamar, eje central del Corredor Verde.

De nuevo permuta levemente el paisaje al pasar por varios terrenos de cultivo como las fincas de ‘La Tiesa’ y ‘Tornero’. La base de la economía en esta zona es básicamente la agricultura.

Entrada en una zona de senderos estrechos y muy técnicos, con muchos cambios de nivel, discurren entre pinos, jaras y lentisco. En este tramo, se puede disfrutar de los olores a monte nuevo, del trino de las aves e incluso vislumbrar alguna que otra especie emblemática como puede ser el lince ibérico o el águila real. Todo un regalo para los sentidos.